Hola queridos lectores, hoy os dejo el resumen y mi conclusión sobre el documental: «Genie, la niña salvaje», https://www.youtube.com/watch?v=RKrQcNt_zRY. Espero que sea de vuestro agrado y estoy deseando conocer vuestra opinión acerca del mismo. Un saludo.
Resumen:
Genie Wiley (nacida 18 de abril, 1957) es el nombre que las autoridades del estado de California le dieron a una niña descubierta en el suburbio angelino de Arcadia el 4 de noviembre de 1970, cuyo verdadero nombre era Susan Wiley y que rara vez se utiliza para proteger la identidad de la persona.
Hasta los 13 años, Genie sólo tuvo contacto con su padre. Permanecía encerrada en su cuarto, vestida únicamente con un pañal y atada a una silla-orinal o silla entrenadora. De noche, el padre la ataba y la dejaba en una jaula hecha de alambre y madera, dentro de una bolsa de dormir. A veces se le olvidaba hacerlo y la niña pasaba la noche en la silla sin abrigo. No podía emitir ningún sonido. Si lo hacía, Clark la golpeaba o la asustaba. Genie no sabía comer ni ir al baño por sí sola. Los alimentos (comida de bebé, cereales y huevos cocidos) se los daba el padre. El cuarto de Genie, sin juguetes ni adornos, tenía las ventanas tapadas, sólo había un pequeño hueco en la parte superior de los cristales. La niña, durante 13 años, podía ver exclusivamente 5 centímetros de cielo y parte de la casa del vecino.
La madre y el hermano permanecían también recluidos en la vivienda. Su vida era un poco más tolerable porque el padre les permitía salir de vez en cuando. Cuando Clark les prohibía la salida, se sentaba con una pistola cargada para vigilarlos.
En 1970, Irene (la madre de Genie, que sufría de una ceguera muy notoria debido a las cataratas y su retina desprendida) consiguió escapar con sus hijos. Buscó ayuda del Estado, acudiendo a una oficina de beneficencia; donde la trabajadora social que la atendió, pensó que la niña que la acompañaba era autista y que tendría unos siete años. Cuando descubrió la verdadera edad, llamó a un supervisor y dieron aviso a la Policía. Los padres fueron acusados de negligencia y maltrato infantil, pero pronto se descubrió que el principal responsable era el padre, quien, poco antes de comenzar el juicio, se suicidó. Dado el estado de abandono, maltrato y el subdesarrollo en todas las áreas, la práctica de ausencia del lenguaje evidente Genie fue remitida al hospital infantil de la zona.
Desde que encontraron a Genie, las autoridades científicas tuvieron en cuenta la investigación de su bienestar. Como esta situación de Genie es un experimento prohibido, ya que a un ser humano es antiético encerrarlo para así estudiar subdesarrollo, la comunidad científica aprovecho la situación de Genie para estudiar su desarrollo motriz, su adquisición de lenguaje.
En vez de tener a la niña en un laboratorio, le buscarían un hogar adoptivo y una familia que la quiera, las visitas al laboratorio y al centro de investigación serían como un niño normal va a la escuela, es decir, durante el día y luego volvería a su casa con familia. En ese centro de investigación le enseñarían el lenguaje, a leer, contar, es decir, todo lo que la niña pueda aprender. La Dra. Jeanne Butler fue la asignada para llevarse a Genie a casa, casi por accidente, y, según su versión de los hechos, trató de brindarle a Genie un medioambiente tan doméstico como le fuera posible, por lo que trató de llevar a cabo la investigación casi por su cuenta, y no permitía visitas de parte del equipo originalmente ocupado de Genie. Finalmente su petición para adoptarla legalmente fue rechazada y la niña volvió al hospital, siempre bajo el ojo escrutador de médicos y terapeutas que veían a la niña más como un objeto de estudio que como un ser humano. El nuevo asignado para ocuparse de ella fue David Rigler y su esposa Marilyn, quienes se enfocaron ante todo en enseñarle cosas prácticas más que la observación de sus hábitos. Podemos decir que el equipo de investigación no consiguió definir una línea de investigación coherente para Genie, primando a Genie como objeto de investigación y no como ser humano (de hecho, algunos investigadores la adoptaron con fines partidistas).
El caso acabó siendo denunciado, a través de la madre, las subvenciones a la investigación fueron retiradas y todos los principales investigadores encausados.
Genie, después de un juicio, fue entregada a su madre, que se había operado la vista. Ésta pronto se dio cuenta de que le resultaba muy difícil cuidar a su hija y la dio en adopción. Genie pasó por seis familias adoptivas diferentes. Algunas de ellas la maltrataron y experimentó regresiones. En uno de estos hogares, después de ser duramente castigada por vomitar, dejó de hablar porque tenía miedo de abrir la boca. Se ha llegado a conocer que se encuentra en una institución de California llamada San Gabriel/Pomona Valleys Foundation, que se dedica al cuidado de adultos con retraso mental, autismo, parálisis cerebral o epilepsia.
Conclusión:
Genie, es un claro ejemplo de lo que en psicología se denomina niños ferales o salvajes, es decir, niños aislados, confinados o criados por animales que suelen tener un desarrollo cerebral diferente al de las demás personas. Su historia es terriblemente dramática y conmovedora.
Considerando que en el momento en el que Genie fue rescatada, no podía prácticamente comunicarse; por un lado, el hecho de estar encerrada en un cuarto, donde no podía tener contacto con nada, conllevó a que ella no desarrollara el habla como debería haber sido; por otro lado, los crueles castigos a los que era sometida por parte de su padre cuando intentaba hablar, o hacía el menor ruido; resultaron ser, un factor decisivo en su desarrollo cognitivo; puesto que, en numerosas ocasiones, la falta de amor contribuye a un mal desarrollo del ser humano.
Genie fue capaz de adquirir ciertas habilidades cognitivas mucho tiempo después del momento en el que se suelen producir en niños que viven en circunstancias normales. No obstante, el desarrollo de Genie no llegó a alcanzar la plenitud a la que puede llegar un individuo cuyo ambiente social y cognitivo sea el adecuado durante su crecimiento.
Aun teniendo en cuenta, que las investigaciones que se realizaron entorno a la infancia y al desarrollo de Genie, permitieron evidenciar una nueva realidad en los estudios de la psicología evolutiva, (dado que hasta entonces, se creía que existían unos periodos críticos del aprendizaje del desarrollo cognitivo, es decir, unas etapas de tiempo que, una vez transcurridas, no tenían vuelta atrás); y estos estudios demostraron, que más que de periodos críticos, había que hablar de periodos sensibles, dicho con otros términos, lapsos temporales en los que el ser humano tiene más facilidad para adquirir determinadas habilidades cognitivas durante su desarrollo, pero que podía seguir habiendo aprendizaje, eso sí, con algunas mermas y dificultades, transcurridos dichos periodos sensibles. A mi parecer, la actuación de la comunidad científica fue errónea y estuvo mal dirigida, ya que, actuaron buscando su comodidad, olvidando la “ética” de la que habían hablado anteriormente, y que por la cual, nunca habrían podido realizar estos experimentos, y se aprovecharon de la situación de Genie, poniéndola como un objeto de investigación y no, como ser humano, (incluso algunos investigadores la adoptaron con fines partidistas); sin tener en cuenta que Genie era una niña que necesitaba cariño y amor.
El caso de Genie demuestra que la crueldad de los seres humanos puede llegar a límites inconcebibles, ya fuere encerrando y maltratando a otras personas (incluyendo a familiares); o por utilizar el sufrimiento ajeno para realizar experimentos e investigaciones en su propio beneficio.